20/3/07

Mujeres Traducidas / por Cristina Rivera Garza

M U J E R E S T R A D U C I D A S

por CRISTINA RIVERA GARZA



La función de la anécdota

Por dos años consecutivos ya, un puñado (que bien puede ser una multitud) de diversos y diversas se ha reunido en la Casa Refugio Citlaltepetl de la Ciudad de México para participar en una semana de inquietudes varias. Todo empezó en el 2005, cuando respondiendo a una amplia convocatoria diseminada por internet, mujeres y hombres de las más variadas índoles y profesiones ofrecieron sus rostros para que la escritora tijuanoguanjuatense Amaranta Caballero, vuelta grafitera súbita del ciberespacio, les añadiera las barbas del caso. Luego de unos meses de publicar estas imágenes en internet (los archivos pueden consultarse en www.amarantacaballero.blogspot.com y www.cristinariveragarza.blogspt.com), en junio del mismo año, dio inicio la primera semana inquietante e internacional. Como puede consultarse en el pase de mano de aquella ocasión, hubo fotografía, tanto retocada en estudio como elaborada in situ; hubo exposición de textos cortos y, unos cuantos días después, lectura de textos un poco más largos; hubo performance, ya la ensayada con anticipación y la espontánea que surgió nada más de vernos las caras; hubo convivencia y conversación y ese incrédulo asombro ante los rostros transformados; hubo, también, hay que decirlo, un poco de vodka. Un poco de todo hubo.

Un año después, hombres y mujeres de México y el extranjero enviaron una vez más textos e imágenes, pero en esta ocasión para revelar la invisibilidad que con frecuencia oculta la discriminación y la desigualdad pero que también ha protegido a veces ciertos espacios de libertad que de otra manera podrían caer bajo la mirada vigilante de los policías expectantes.

Plurales y lúdicas, irreverentes y divertidas, las inquietantes semanas se han ido convirtiendo en espacios de reflexión desenfadada acerca de las distintas maneras en que construimos y trascendemos nuestras nociones de género. Son semanas de vinculación y desacato, de amistades súbitas y desencuentros espectrales, de risa loca y cansancio puntual. Ahí se discute y se abraza. Ahí uno se devela y se revela y se rebela. Ahí hemos ido para saludarnos, para ponernos los zapatos ajenos, para planear el siguiente evento o la siguiente travesura o la próxima manifestación. Esto, quiero decir, sí es una invitación.

El que traduce gana

Todo lo que es, es traducido. Lejos de la pureza del así llamado original, distanciada de la hermenéutica que busca un significado, de preferencia el único, detrás de los discursos o los objetos, la traducción es un recordatorio constante de nuestra condición alterada, es decir, de nuestra implicación incesante con el otro y la otra y los otros de esos otros. El que traduce lee de la manera más atenta. El que traduce vive de la manera más atenta. Traducir, dice Marcelo Pellegrini, es respirar. Es aproximarse, traducir. Volverse próximo y, por lo tanto, prójimo. Un cuerpo. Una presencia. Una palpitación. Cuando me traduces, gano yo. El que traduce inventa y roba y traiciona, eso es cierto. El que traduce añade. Traductores y traducidos nos deslizamos por los bordes de la diferenciación, liberados del yugo de ser Nosotros Mismos, y atendemos también, a veces con algarabía, la convocatoria de lo símil. Te digo: soy tu espejo. Añado: empañado. Traducida por la lectura del poder, soy una biografía compuesta de fechas límite y lugares inmóviles. Cuando me traduzco para ti, soy estas palabras que me vuelven, acaso, inteligible. Tú. El que traduce atraviesa el puente y, justo en el centro, se avienta a las aguas que no cesan de pasar. El traducido emerge del agua, respiro atroz, para volver a sumergirse. Más que una actividad, un estado del ser: traducir y ser traducido. Las dos cosas a la vez.

La tercera semana

Se acerca el fin del invierno. La Inquietante (e Internacional) Semana de las Mujeres Traducidas está por empezar. La convocatoria, que podrá ser consultada desde mañana, 21 de marzo, día oficial del inicio de una primavera que esperemos sea sólo más o menos maldita, en el blog oficial: www.semanamujerestraducidas.blogspot.com.

Los poetas y traductores Jen Hofer (Los Ángeles) y Marcelo Pellegrini (Valparaíso/Madison) fungen ahora, con característica generosidad, como paramadrinos del caso. Ellos estarán a cargo de organizar peculiares ejercicios de traducción por lo que resta de 2007 y de seleccionar, luego, la muestra que aparecerá, hacia finales de año, en la revista de poesía en traducción Circumference. Un equipo de InfraTraductoras Bárbaras (del norte), compuesto por las escritoras Amaranta Caballero, Minerva Reynosa y Gabriela Torres, estará a cargo de leer entre líneas los grandes encabezados de la realidad para traducirlos a sus lenguajes más íntimos que son, con frecuencia, los más políticos. También publicaremos en el blog las imágenes que respondan a Después-Antes/Before-After, un ejercicio de traducción en dos tiempos que incluye el envío de dos fotografías que constaten el paso de la traducción por un cuerpo, un rostro, una silueta. El tema: La Mejor Traducción de Uno Mismo. Recibiremos y publicaremos también traducciones de un idioma a otro, de una disciplina a otra, de un género a otro, de un cuerpo a otro. Ensayos sobre traducción, publicaremos. Muestras de traducción. Traducciones in situ. Todo eso, claro, más lo que se acumule en el acontecer diario.

Traduzco, ahora, para finalizar este texto-invitación, un párrafo de Thinking past terror. Islamism and Critical Theory on the Left, de la crítica estadunidense Susan Back-Morss: "Una traducción exitosa, escribió Benjamín en los 1920s cuando traducía la poesía de Baudelaire al alemán, no deja inalterado ni al original ni a la lengua de recepción. [Talal] Asad comenta el texto de Benjamín teniendo en mente esos asuntos de traducción cultural: ´La pregunta relevante no es, por lo tanto, qué tan tolerante debe ser la actitud del traductor hacia el autor original (un dilema ético abstracto), sino cómo puede ella poner a prueba la tolerancia de su propio lenguaje ante formas ajenas´. Si entendemos a la traducción como una tarea política, entonces tratar a los lenguajes políticos como entidades mutuamente dispuestas a la transformación tendría que cuestionar los arreglos desiguales del poder global. Esto, por definición, es una tarea de la izquierda."





BLOG: http://semanamujerestraducidas.blogspot.com/
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colectivo.proserpina@gmail.com

1 comentario:

corazonero_en_la_luna dijo...

traducir y el arte de acercarse a la otredad
desde el mío-yo-tú-él/ella

son la mejor manera de escribirnos

un saludo